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...DEJÓ TODO POR AMOR A LOS CAUTIVOS

Actualizado: 16 mar 2020

ver a los prisioneros, a causa de las cruzadas, resuena muy hondo en el corazón del futuro maestro de Teología y fundador de la primera Orden Redentora: Juan de Mata...

En el Siglo XII se realizaron innumerables campañas militares, con el fin de retomar el control sobre Tierra Santa. Estas incursiones son conocidas en la Historia como: “Cruzadas”.


Esta lucha, trajo consigo mucho dolor tanto para los Cristianos como para los seguidores del Islam. El grito de los esclavos se elevaba desde las mazmorras reclamando la libertad.


Juan de mata, fundador de la Orden Trinitaria, nació en Faucón, de la región de Provenza, al sur de Francia entre los años 1150 – 1154 aproximadamente. Se cree que desde joven pudo apreciar de cerca el horror de la guerra, por su proximidad a la costa de Marcella, donde los piratas comercializaban con los prisioneros de las cruzadas. Estos hechos resonaron muy hondo en el corazón del futuro maestro de Teología y fundador de la primera Orden Redentora, preguntándose ¿qué podía hacer él para ayudarlos?


Juan prosigue su vida como la cualquier joven que tiene la fortuna de estudiar en aquel tiempo. Viaja a París, para iniciar sus estudios de Teología. Logra graduarse y recibe el título de Maestro de Teología, impartiendo clases en la escuela catedralicia de Notedrame-París.


Los años pasan y la Cristiandad sigue sufriendo por las cruzadas y es tema de conversación en cualquier ámbito de la sociedad. Además, los creyentes del Islam nos interpelaban a los cristianos, una respuesta sobre nuestra fe en el dogma Trinitario, a la cual ellos no creían.

Es precisamente, en la abadía de San Víctor, lugar que frecuentaba Juan de Mata, donde se da un desarrollo acerca del dogma fundamental de la fe Cristiana: La Santísima Trinidad.


A pesar de estar sumergido en los estudios y dictar clases, Juan profundiza en su intuición vocacional y en esa búsqueda de realizar el plan de Dios en su vida. Es de este modo que, habiendo obtenido el Título de Maestro de Teología, Juan de Mata es admitido a ser ordenado como Sacerdote.


En la primera misa de Juan de Mata, el 28 de febrero de 1193, en la octava de la fiesta de Santa Inés, un relato anónimo de aquel tiempo nos recrea el punto clave y fundacional de los Trinitarios. El relato nos cuenta que Juan de Mata después de orar y pedir a Dios que le revelase el camino que debía tomar, en el momento que eleva su mirada en una parte de la misa, vio la majestad de Dios y a Dios que asía de sus manos a dos hombres, con cadenas en los tobillos, uno negro y el otro pálido.


Esta visión no solo la percibe Juan, sino que es vista por otros asistentes a la Misa, y que incluso, según algunos relatos, también el Papa Inocencio III tuvo esta misma visión, producto del cual accedió a aprobar la fundación de la Orden. Lo cierto es que años más tarde, en el frontis de “Santo Tomas In Formis” en Roma, se encuentra un Mosaico que fue elaborado por obra de Juan de Mata, y que describe perfectamente esta experiencia mística y que sintetiza el ideal Trinitario.


Luego de esta experiencia, Juan sabe que necesita discernir y meditar lo que Dios le está invitando a realizar. Optará por alejarse de todo, y emprende camino a Cerfroid, un lugar tranquilo a las afueras de París donde vivían algunos ermitaños.


En Cerfroid, Juan conoce y recibe la ayuda de algunos ermitaños, entre ellos destaca Felix de Valois, (a quien la Orden Trinitaria considera como el co-fundador de la Orden). Con este grupo de ermitaños, Juan de Mata comparte la visión divina que había experimentado en su primera misa y los deseos de su corazón. El espíritu Santo guiará los sentimientos y los planes que surge de este grupo de hombres. Es así que nace la primera comunidad de la “Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos”, destinada a liberar a las cristianos que se encontraban cautivas a consecuencia de su fe en Cristo.


Juan sabe que si quiere que tenga éxito este proyecto, deberá de contar con las licencias pertinentes de la Iglesia de Roma; y con la ayuda del Abad de San Víctor, el Obispo de París, Mauricio de Sully, parte a Roma para solicitar la aprobación Papal de la recién formada comunidad Trinitaria.


Una vez en Roma, el Papa Inocencio III le pedirá a Juan que consiga un informe de su obispo y del abad de San Víctor, para que le comuniquen acerca de la intención de la institución, de los frutos que la mueven, de su formación, y que manifieste como va a ser su forma de vida o la regla que abrazaría la Orden.


El 17 de diciembre de 1198, con la bula (documento pontificio) Operante Divine Dispositionis”, el Papa Inocencio III, daba la aprobación oficial a la "Orden de la Santísima Trinidad”, bajo regla propia.


Juan de Mata, buscó únicamente cumplir y hacer la voluntad de Dios, persiguió solo el Interés de Cristo, como lo constata el Papa Inocencio III en la bula de aprobación. Tuvo la tranquilidad de corazón para escuchar el clamor de los cautivos y leer los signos de los tiempos de su época, y respondió generosamente con su “SI” a un proyecto que no quedaría corto, sino que a través de los siglos se ha expandido a todo el mundo y que en pleno siglo XXI es tan actual y válido.


Los tiempos han cambiado, y si bien es cierto, las esclavitudes actuales no son semejantes a las del siglo XII (aunque existen todavía lugares donde las personas son perseguidas por su fe y donde también nos hacemos presentes de distintas formas), los trinitarios dedicamos nuestras vidas a la atención de las víctimas de las nuevas esclavitudes que aquejan a nuestra sociedad: pobreza, alcoholismo, drogadicción, trata de personas, y muchas otras, que rodean nuestras ciudades de manera tan camuflada.


Actualmente el proyecto iniciado por Juan de Mata, está sostenida no solo por los religiosos trinitarios, sino que en conjunto con los integrantes de la Familia Trinitaria: Religiosas, Religiosos, y Laicos, que consagrados a título peculiar a la Santa Trinidad, acuden ante el pobre y el cautivo, dejándose ser instrumentos de misericordia del único Redentor del Mundo, nuestro Señor Jesucristo.


Mijail Maguiña R.



“GLORIA TIBI TRINITAS ET CAPTIVIS LIBERTAS”

“Gloria a ti Trinidad y a los Cautivos Libertad”

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